Córdoba, 17 de mayo de 2022.- El I Foro ‘Del diálogo islamo-cristiano a la familia abrahámica’, organizado por la Fundación FICRT, se cerró, en su parte académica, con la cuarta sesión, en la que se siguió hablando de diálogo interreligioso, centrado esta vez en Al-Andalus, en las relaciones entre judíos, cristianos y musulmanes, y en la comunidad evangélica.
Mª Ángeles Gallego, Científica Titular del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo del CSIC, abordó en su ponencia, la primera de la cuarta sesión de este I Foro de Córdoba, las interacciones entre judíos y musulmanes en Al-Ándalus.
La doctora recordó que, en 2016, un grupo de intelectuales judíos sefardíes publicaron un manifiesto y crearon una organización destinada a promover la igualdad entre los judíos procedentes de Oriente Medio y de Centroeuropa, ya que estos últimos suelen copar los principales puestos en la administración y el Gobierno de Israel.
“El manifiesto defiende los derechos de los sefardíes y denuncia la marginación que sufren, además de proponer que Israel se defina como un estado de Oriente Medio, en vez de como un estado de Europa en Oriente Medio”, explica.
El objetivo es luchar por una nueva Edad de Oro, un concepto que ya está presente en la historia de la comunidad judía. Esta Edad de Oro tiene un doble significado: por un lado, se define así a la vida judía en Al-Andalus; por otro, desde un punto de vista más académico, se refiere al periodo de entre los siglos X y XII, de apogeo social y cultural de los judíos en Al-Andalus, especialmente en lo que se refiere a la poesía hebrea.
Las características de esta Edad de Oro son tres: la participación judía en el Gobierno musulmán; el desarrollo de la gramática hebrea para revivir una lengua que estaba muerta; y gracias a ello, el desarrollo de una poesía hebrea que ha pasado a la historia de la literatura judía.
En segundo lugar, intervino el doctor Ahmad H. Anwar, profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de Port Said (Egipto). En su ponencia, Anwar advirtió sobre algunos peligros que puede traer consigo la globalización para la Humanidad: “el hombre puede acabar por convertirse en una máquina de producción y consumo, en robots dirigidos en un mundo dirigido. ¿Dónde están los valores morales, religiosos, éticos, artísticos…? Se crea una cultura universal única, unificada, que se impone y que conduce a la aparición de algo tan peligroso como el despertar del tribalismo, basado en la religión y la etnia. Su intención puede ser buena, pero puede acabar recurriendo a la violencia para imponer sus opiniones”.
También se refirió a algunos hitos de la historia reciente de la fraternidad y el diálogo interreligioso, como la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana, en febrero de 2019 por el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azahar, “que es el motor espiritual de esta Fundación”, y la creación de la Casa de la Familia Egipcia, en un entorno social muy complicado como es el que había en el año 2011.
La sesión se cerró con la intervención de Christian Giordano, doctor en Teología por la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos), en representación de la iglesia evangélica. Giordano explicó que las iglesias protestantes y evangélicas cuentan con cientos de millones de fieles en todo el mundo, incluyendo a los protestantes, anglicanos, ortodoxos, católicos de rito oriental, de la India y pentecostales.
“El diálogo interreligioso es complicado, porque previamente hay que definir qué es una religión y qué es una secta, quién representa a quién. Además, no se puede hablar con todo el mundo al mismo tiempo, aunque deberíamos esforzarnos por lograrlo”, señala.
También subrayó la necesidad de no circunscribir este diálogo a la gente de fe, sino también ampliarlo a los colectivos seculares, que conviven en la sociedad con los religiosos.
El Foro termina con la presentación del Manifiesto de Córdoba, que recoge las principales conclusiones que se han extraído de las intervenciones de los ponentes y constituye el documento que marcará la ruta de próximas convocatorias por parte de la Fundación FICRT.