María Victoria Atencia se definió como una persona sencilla, nacida en la guerra durante una época de cambios. Una niña, dijo, a la que “el poder de la naturaleza le ha influido en todas las etapas”. La poeta hizo un repaso por su vida, declarando que, gracias a la lectura y el hallazgo de ciertos autores, pudo descubrir que su pasión era escribir. “Sentía palabras que querían salir, una voz que durante mi vida me ha dicho si quedarme o seguir”, en ese momento fue cuando decidió escribir su primer soneto “Sazón”, con el que conectó y comprendió a los poetas que había leído. También compartió con los asistentes al evento que alguno de sus poetas de referencia habían sido San Juan de la Cruz, Quevedo y su paisano Juan Ramón Jiménez.
La autora manifestó que siempre ha escrito para el disfrute de la gente y no con el objetivo de conseguir el reconocimiento ni la categorización de su poesía. Así mismo, transmitió su experiencia como piloto de aviones “desde arriba la naturaleza es extraordinaria. Ver las viñas, los ríos de Málaga, era algo especial. Me enamoré de los cielos de mi tierra”.
Por la tarde, en la sede de Casa Árabe en Madrid, María Victoria Atencia fue homenajeada por grandes figuras de la poesía en un emotivo acto amenizado por el laudista Hames Bitar. El coordinador Mohammed Dahiri, tras dar la bienvenida, cedió la palabra al catedrático y poeta Manuel Gahete, que definió la poesía como “el idioma del amor, de la resiliencia, que nos une en fraternidad”, para, a continuación, dar paso a la inauguración oficial del evento por parte de los representantes de las tres instituciones: Cristina Juarranz (Casa Árabe), Jumaa Alkaabi (Fundación FICRT) y José Manuel Lucía Megías (UCM).
“La poesía es la protagonista en este día por su aportación a la cultura y a las interrelaciones”, expresaba Cristina Juarranz, adjunta de dirección y coordinadora de programación de Casa Árabe, que también aprovechaba para agradecer la colaboración entre las tres instituciones.
El presidente de la Fundación FICRT, Jumaa Alkaabi, definió la poesía como un “símbolo de identidad en la historia y en los pueblos del mundo. La poesía confiere a las palabras el poder para la convivencia”. El presidente agradeció a María Victoria Atencia por “haber asombrado a todos los poetas del mundo aportando un valor enorme a la cultura, gracias a su creatividad y forma de expresar los sentimientos”. Por último, vinculó la organización de este tipo de eventos con los objetivos de la Fundación FICRT: promover la paz mundial y la convivencia en sociedad. “La Fundación FICRT impulsa y apoya iniciativas de cooperación constructiva entre culturas y religiones”, afirmó el presidente.
José Manuel Lucía mostró su gratitud a los organizadores del evento por “ayudar a cumplir el sueño de que la poesía salga de las aulas”. La fraternidad une a las personas, “incluso de ideas contrapuestas, porque somos hermanos con los que podemos dialogar y la poesía es un lugar donde hermanarse”, señaló el vicedecano, que también felicitó a la Fundación FICRT por “crear estímulos y lugares de encuentro”.
Tras las palabras de inauguración, llegó el turno de los poetas. Comenzó María Victoria Atencia recitando cuatro de sus poemas, con los que consiguió atrapar y encandilar al público. Agradeció sinceramente, tanto a los organizadores como a los asistentes a este homenaje. A continuación, Raquel Lanseros recitó sus poemas “La loca más cuerda”, “Amor propio” y “La contracción del Big Bang”.
Luis Alberto de Cuenca mostró su emoción por participar en este homenaje, en un lugar cercano a donde jugaba en su juventud: las escuelas Aguirre, y, tras elogiar la poesía de Atencia, recitó “El abrazo”, “Tan lejos, tan cerca” y “Amanecer eterno”.
Mohammed Achaari, poeta y exministro de Cultura de Marruecos, dedicó sus poemas en árabe a los asistentes: “Cuadros migrantes”, “Lección de amargura”, “Una dulzura salvaje” y “Un espejo en la oscuridad”. Los tres últimos incluidos en su poemario “El jardín de la soledad”. El poeta decidió recitar, también, el poema “Pequeña mujer”, de Hassan Najmi.
María Ángeles Pérez López interpretó su poema “Mapas de la imaginación del pájaro”. También agradeció a María Victoria por haber sido “una poeta que abrió nuevas oportunidades de soñar para las mujeres, de soñar con forjar sus propios caminos”.
Manuel Gahete cerraba el acto leyendo un poema que escribió cuando se enteró de que iba a ser padre.
Entre los asistentes se encontraban: el embajador de la liga de los Estados Árabes, Malek Twal; el exembajador de la liga de los Estados Árabes, Bashar Yaghi.