El mundo actual requiere de su interpretación desde la pluralidad. La globalización nos ha descubierto la diversidad de actores y de voces de nuestro mundo, y que todas esas voces deben contar en la reflexión. También sobre la tolerancia. Desde la Fundación somos conscientes de esta pluralidad de voces en el concierto internacional y también queremos aproximarnos a ellas.
En nuestra última reflexión sobre la tolerancia, abordábamos un proyecto especialmente significativo, que reunirá a las tres religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) en un único espacio: la Abrahamic Family House . Además de la contribución de estas religiones, otros credos del mundo también están realizando aportaciones fundamentales a la tolerancia a nivel global, a través de sus iniciativas y las voces de líderes particularmente destacados. Y es necesario que nuestro viaje por la tolerancia a nivel global incluya estas perspectivas. Hoy nos acercamos hasta otra tradición religiosa, el budismo, con casi 500 millones de seguidores en todo el mundo. El budismo, como todas las religiones, contiene semillas de tolerancia, especialmente recogidas en el concepto “compasión” (Karuṇā ), que aparece como una idea fundamental en los propios textos del budismo: el canon Pali, que recoge las enseñanzas de Buda
Dentro del cuadro diverso que conforma el budismo, ha habido una voz particularmente significativa en la lucha por la tolerancia: El XIV Dalái Lama (Tenzin Gyatso), máximo representante de una de las escuelas del budismo, denominada “budismo tibetano”, y que el pasado 6 de julio cumplía 85 años. El propio Dalái Lama, en su libro “El arte de la compasión”, explicó esta virtud como una responsabilidad con aquel que tengo a mi lado. A lo largo del libro, aparece el concepto tolerancia como una fortaleza, una virtud esencial y nunca como una debilidad: “Estoy firmemente convencido de su utilidad; no debemos considerar la tolerancia y la paciencia como un signo de debilidad. Para mí, son símbolos de fuerza” (p.9), escribe el Dalái Lama.
Desde ese espíritu, el Dalái Lama ha estado presente en diferentes foros internacionales a favor de la paz y de la tolerancia entre las religiones. El 27 de octubre de 1986 estuvo en la Jornada Mundial de Oración por la Paz en Asís (Italia), junto con otros significativos líderes religiosos como el Papa Juan Pablo II y el Arzobispo de Canterbury, de la iglesia anglicana. En todas estas iniciativas, el Dalái Lama se ha erigido como una voz particularmente activa por la paz, la no violencia y el diálogo interreligioso. Fruto de este trabajo, le fue concedido el premio Nobel de la Paz en 1989, por su búsqueda de “soluciones pacíficas basadas en la tolerancia”, según señalaba el Comité que concede el premio. En 2007 fue galardonado con la medalla de oro del Congreso de los Estados Unidos.
En los últimos años, el Dalái Lama ha continuado con su labor a favor de la tolerancia religiosa, promoviendo y participando en distintas iniciativas de diálogo interreligioso. En el año 2009, inauguró la “Interfaith World Religions-Dialogue and Symphony” en India, una plataforma lanzada para explorar vías de cooperación entre las distintas religiones. En el año 2010, participó en el proyecto “Common Ground between Islam and Buddhism” reuniéndose con distintos académicos en una serie de coloquios que abordaron los puntos comunes de cooperación y colaboración entre el islam y el budismo.
El próximo lunes continuaremos con nuestro recorrido por la tolerancia. Si no te lo quieres perder, estate atento a nuestro blog, porque seguiremos descubriendo las diferentes facetas y rostros de la tolerancia a nivel global.