El cristianismo, que actualmente es la religión con más seguidores del mundo, se encuentra dividido en diferentes iglesias. En anteriores entradas, exploramos la participación de una de ellas, la Iglesia Católica, en dos iniciativas internacionales por la tolerancia: el Alto Comité de la Fraternidad Humana y el proyecto Abrahamic Family House
Sin embargo, también las demás iglesias cristianas, principalmente protestantes y ortodoxas, han realizado importantes contribuciones internacionales a la tolerancia y al diálogo interreligioso. Por citar un ejemplo ilustrativo, en el seno de las iglesias protestantes, que actualmente comprenden toda una serie de denominaciones que agrupan a más de 800 millones de fieles, han surgido voces fundamentales por la paz y la tolerancia, como han sido el arzobispo luterano Lars Olof Nathan Söderblom, el pastor bautista Martin Luther King o el arzobispo anglicano Desmond Tutu, todos ellos galardonados con el Premio Nobel de la Paz.
Un grupo de iglesias cristianas de distintas denominaciones se unieron a mediados del siglo XX en el Consejo Mundial de las Iglesias (CMI, World Council of Churches en inglés), que desde su fundación en 1948 en la ciudad de Amsterdam ha constituido una de las principales voces a nivel mundial por el ecumenismo, es decir, por el diálogo entre las distintas religiones desde la búsqueda de los puntos comunes que las unen, y la aceptación de sus respectivas diferencias. El Consejo Mundial fue fundado por 147 iglesias, y actualmente cuenta con 350 iglesias miembros, “anglicanas, bautistas, luteranas, metodistas y reformadas, así como muchas iglesias unidas e independientes evangélicas” y la mayoría de las iglesias ortodoxas, a las que tenemos que añadir otras instituciones religiosas, como la Iglesia católica, que participan en calidad de observadores en los distintos encuentros. De hecho, el propio papa Francisco visitó en 2018 la sede del Consejo Mundial de las Iglesias, situada en Ginebra, con el objetivo de promover la colaboración conjunta entre la Iglesia católica y el CMI..
Desde su fundación, el Consejo Mundial de las Iglesias ha sido un punto de encuentro entre los cristianos de las distintas iglesias. Y no solo entre cristianos. El CMI también ha promovido continuamente el diálogo interreligioso con otras confesiones religiosas a lo largo de su historia de más de 50 años.
En 1979, tras la reunión del CMI dos años antes en Chiang Mai (Tailandia), se aprobaron las «Directrices para el diálogo con otras religiones e ideologías de nuestro tiempo», texto que ha servido como base para la interacción entre las iglesias cristianas agrupadas en el Consejo Mundial y otras confesiones religiosas. Casi treinta años después, en 2004, el CMI realizó un balance de las directrices aprobadas en 1979 para seguir avanzando en la esencial tarea del diálogo con otras confesiones, “un proceso de enriquecimiento mutuo”, como señala el documento. Desde una comprensión global del diálogo interreligioso, este balance de 2004 declara: “Un compromiso interreligioso en un lugar puede, de hecho, ser una contribución esencial a la construcción de la paz y a la reconciliación en otro lugar”.
También durante la primera década del siglo XXI, el CMI apoyó otra importante apuesta por el diálogo interreligioso. En 2007, 137 destacados musulmanes dirigieron una carta abierta a líderes cristianos. La respuesta a esta misiva fue el documento “Una palabra común entre nosotros y vosotros”, que presenta a la comunidad internacional los múltiples puntos de reflexión y acción conjunta entre el islam y el cristianismo, porque, como declara el texto, “ni el cristianismo está en contra del islam, ni el islam contra el cristianismo”.
A raíz de la publicación del documento, se llevaron a cabo una serie de iniciativas –en las que participaron las universidades de Cambridge, Yale o Humboldt– para favorecer su profundización y divulgación a la sociedad civil. Si están interesados en más información al respecto, pueden consultar la página web del documento, en la que se incluye el texto y parte de las propuestas surgidas a raíz del mismo (https://www.acommonword.com/)
El CMI se adhirió al espíritu de “Una palabra común entre nosotros y vosotros”, y –de nuevo– hizo también suya la reclamación por el diálogo interreligioso en el escrito “Aprendiendo a explorar juntos el amor”. En su respuesta a “Una palabra común…”, el CMI invitaba a sus iglesias miembros al “diálogo y la cooperación cristiano-musulmanas”, y a crear con el islam un “terreno común en la búsqueda de la justicia y la paz”. Además, el texto proponía a las iglesias del CMI toda una serie de acciones conjuntas con otras confesiones para seguir avanzando por la senda del diálogo interreligioso.
Estas son solo una parte del elenco de iniciativas que el Consejo Mundial de las Iglesias ha efectuado por la tolerancia y el diálogo interreligioso, principios que forman parte del núcleo de la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance y que continuaremos explorando en nuestras próximas publicaciones.