El 15 de septiembre de 2020 tuvo lugar un acto histórico en la Casa Blanca, residencia oficial del presidente de los Estados Unidos: la firma de los llamados Acuerdos de Abraham, entre representantes del Gobierno de Israel, de los Emiratos Árabes Unidos y de Baréin. Unos documentos que ponen en marcha una serie de iniciativas conjuntas entre el estado de Israel y los emiratos del Golfo Pérsico. Pese a su trascendencia geopolítica, no debe olvidarse que estos Acuerdos también se refieren a campos como la ciencia, la cultura y la educación.
Los tratados de paz oficialmente denominados Acuerdos de Abraham se habían cerrado el 13 de agosto de 2020, pero hubo que esperar hasta el 15 de septiembre de ese año para que se escenificara la firma de los mismos en Washington.
En la ceremonia celebrada en los jardines de la Casa Blanca estuvieron presentes el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, como anfitrión; Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel; Abdullah bin Zayed Al Nahyan, como ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos; y Abdullatif bin Rashid Al Zayani, ministro de Exteriores de Baréin.
El nombre oficial de estos tratados de paz entre el estado judío y los emiratos del Golfo Arábigo, Acuerdos de Abraham, resulta especialmente significativo, ya que hace referencia al profeta, venerado tanto por los musulmanes como por los judíos, cuyas líneas dinásticas respectivas nacen de dos hijos de Abraham: Isaac (judaísmo) e Ismael o Ibrahim (Islam).
Como es lógico, la envergadura y trascendencia histórica de estos Acuerdos han hecho que su difusión mediática se haya centrado exclusivamente en el aspecto político. Sin embargo, tienen un alcance mucho más amplio, que incluye también aspectos como la ciencia, la tecnología, la cultura, la educación, el medio ambiente, el deporte, el turismo…
En la Declaración firmada por los representantes de los Estados Unidos, Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin se recoge textualmente:
“Buscamos la tolerancia y el respeto hacia todas las personas para hacer de este mundo un lugar en el que todos puedan disfrutar de una vida digna y esperanzada, sin importar su raza, fe o etnia.
Apoyamos la ciencia, el arte, la medicina y el comercio para inspirar a la humanidad, maximizar su potencial y acercar a las naciones”.
Estas aspiraciones, que coinciden plenamente con los objetivos de la Fundación FICRT, se describen con mayor detalle en el propio texto de los Acuerdos firmados entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.
Así, su preámbulo hace referencia al profeta Abraham, que da nombre a los Acuerdos:
“Reconociendo que los pueblos árabe y judío son descendientes de un antepasado común, Abraham, e inspirados en ese espíritu, para fomentar en Oriente Medio una realidad en la que los musulmanes, los judíos, los cristianos y los pueblos de todas las confesiones, denominaciones, creencias y nacionalidades vivan con un espíritu de coexistencia, comprensión y respeto mutuos”.
Pero es, sin duda, el punto 6 del Acuerdo bilateral entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos el más interesante y el que mejor demuestra la amplitud de los mismos:
“6) Entendimiento mutuo y convivencia:
Las Partes se comprometen a fomentar la comprensión mutua, el respeto, la coexistencia y una cultura de paz entre sus sociedades, en el espíritu de su antepasado común, Abraham, y de la nueva era de paz y relaciones amistosas iniciada por el presente Tratado, mediante el cultivo de programas interpersonales, el diálogo interreligioso y los intercambios culturales, académicos, juveniles, científicos y de otro tipo entre sus pueblos.
Concluirán y aplicarán los acuerdos y medidas necesarias en materia de visados y servicios consulares, con el fin de facilitar a sus respectivos nacionales un viaje eficaz y seguro al territorio de la otra parte.
Las Partes trabajarán juntas para combatir el extremismo, que promueve el odio y la división, y el terrorismo y sus justificaciones, incluso previendo la radicalización y el reclutamiento, y combatiendo la incitación y la discriminación.
Trabajarán para establecer un Foro conjunto de Alto Nivel por la Paz y la Coexistencia, dedicado a promover estos objetivos”.
Objetivos coincidentes con FICRT
Todos estos objetivos contemplados en los Acuerdos de Abraham coinciden plenamente con los de la Fundación FICRT.
Como recuerda su presidente, Jumaa AlKaabi, “nuestra Fundación se compromete a apoyar los valores de la fraternidad humana, fomentando el diálogo entre las religiones para materializar el mensaje de la paz, el entendimiento mutuo y la aceptación del otro”.
Además, hay que subrayar que la Fundación FICRT presta una especial atención a la figura del profeta Abraham. De hecho, una de sus principales actividades anuales es la celebración de un foro que reúne a representantes de las religiones de la familia abrahámica (Islam, cristianismo y judaísmo), en el que se analiza el diálogo entre ellas.
Este foro, de carácter anual, celebró su primera edición el pasado mes de mayo en Córdoba, ciudad que cuenta con un especial significado por su pasado de convivencia pacífica y entendimiento entre las tres religiones abrahámicas.