Durante las anteriores entradas hemos presentado voces, instituciones y proyectos que, desde los organismos internacionales (UNESCO ) o las tradiciones religiosas (como el catolicismo y el islam, el budismo o el cristianismo en general , están promoviendo la tolerancia a nivel global. No obstante, en nuestro recorrido por la tolerancia hay un espacio que no se nos puede olvidar. A lo largo de la historia –y en la actualidad– las universidades, los escritores y los creadores culturales han sido fundamentales para la construcción de un mundo más tolerante y fraterno. Así lo reconocemos desde la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance y, por ello, promovemos y organizamos “jornadas, conferencias y programas culturales, estudios y publicaciones, encuentros y exposiciones, con el propósito de conseguir una tolerancia y una convivencia cultural sostenibles mediante la cooperación y el respeto a la diversidad cultural”, tal y como señalamos en nuestra Memoria de Actividades de 2019.
Hoy queremos dedicar nuestra entrada a una de las estudiosas de las religiones más autorizadas a nivel internacional y que más ha trabajado por el diálogo entre las distintas confesiones: Karen Armstrong (nacida en Reino Unido en 1944). Fruto de una vida entregada al estudio del hecho religioso, Karen Armstrong ha realizado toda una serie de publicaciones que han ayudado a profundizar en el conocimiento sobre las diferentes tradiciones religiosas a través de su legado cultural, como ejemplificó en su obra Historia de Jerusalén; de la indagación por la divinidad en las diferentes tradiciones monoteístas, recogida principalmente la obra Una historia de Dios, o del estudio de los profetas y los personajes fundamentales de las diferentes religiones del mundo, destacando a este respecto el libro Mahoma: Biografía del Profeta.
En sus diferentes obras, Karen Armstrong siempre ha combinado el rigor académico e intelectual con un claro afán divulgador, lo que ha favorecido que sus reflexiones sean accesibles a públicos más amplios. Así pues, en 2008 se presentó y ganó la edición de ese año de las famosas charlas TED, con una exposición en la que defendió –a partir de su profundo conocimiento de las distintas tradiciones religiosas– la necesidad de “una carta por la compasión” que fuera común a todos los credos y suscrita por distintas voces seculares y religiosas. Esta Carta, que fue desarrollada posteriormente y se encuentra disponible en internet , ha servido como punto de partida para distintas iniciativas a favor de la tolerancia y el diálogo entre las culturas y religiones. Merece la pena extraer un párrafo de la “Carta de la compasión”, en el que se apela con claridad al diálogo interreligioso y a la necesidad de la tolerancia como aproximación a la diversidad:
El principio de compasión permanece en el corazón de todas las tradiciones religiosas, éticas y espirituales, y siempre nos pide tratar a los otros como nos gustaría ser tratados. La compasión nos impulsa a trabajar sin cansancio para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes; nos motiva a dejar de lado el egoísmo y aprender a compartir y nos pide honrar la inviolable santidad de cada ser humano, tratando a todos, sin excepción, con absoluta justicia, equidad y respecto.
La labor de Karen Armstrong, que fue galardonada en 2017 con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, continúa en la actualidad. Y este mismo año 2020 ha publicado su último libro, El arte perdido de las escrituras, un texto imprescindible para todos aquellos que quieran seguir profundizando en el legado de las distintas tradiciones religiosas.
En esta obra, Armstrong realiza un viaje por la historia de las religiones a partir de tres puntos geográficos: Israel, India y China. Estos escenarios se van ampliando a lo largo de las páginas y poblando con las principales religiones del mundo: el hinduismo, el confucianismo, el taoísmo, el budismo, el jainismo, el judaísmo, el cristianismo, el islam, etc., de las que explica su origen y evolución cronológica. Sin embargo, el recorrido que nos propone la autora no es una historia “al uso”. Armstrong explora el pasado de las religiones a partir de conceptos que –de una u otra manera– han aparecido en todas las religiones a lo largo de la historia: la empatía, la recitación, la inefabilidad, lo desconocido, la importancia de la recitación, etc.
Tras descubrir cómo estos conceptos están en todas las tradiciones religiosas, Karen Armstrong aborda las relaciones entre la modernidad y las distintas religiones hasta llegar a los retos del presente. En las últimas páginas de la obra, la autora cita la Sura Al Hujurat (49.13) del Corán para referirse a la diversidad de culturas y religiones en el mundo, que constituye un factor enriquecedor para el camino del conocimiento del otro y de la tolerancia.
“Oh humanidad, os hemos creado a todos a partir de un solo hombre y una sola mujer, y os hemos dispuesto en tribus y naciones para que os conozcáis unos a otros” (p. 482).